domingo, 5 de agosto de 2007

469 AÑOS DE LUCHA PARA BOGOTA D.C.



EN HOMENAJE DE ANIVERSARIO A BOGOTA, COMO CIUDAD CAPITAL SE ENCONTRO UN TEXTO DE CARACTER COSTUMBRISTA Y DE CRITICA SOCIAL, PARA QUE USTEDES AMIG@S LECTORES, CONOZCAN LAS RAICES DE LOS CAPITALINOS Y LOS PROBLEMAS QUE CON DIFERENTES PERSONAJES SIGUEN FLAJELANDO DE NUESTRA CIUDAD...GRACIAS........








COSTUMBRES SANTAFEREÑAS.

Los santafereños oían misa todos los días, después se ocupaban de su almuerzo y en sus negocios. Comían de las doce a la una del día, y durante las horas de sus comidas hacían cerrar cuidadosamente las puertas de sus casas. Por la tarde paseaban por la alameda y el aserrío y a la oración se retiraban a sus casas a refrescar dulce y chocolate (orden en que se servía entonces este refresco y que después se ha invertido con escándalo de los amantes de los antiguos usos). Luego se rezaba el rosario, se hacia o se recibía alguna visita, o se conversaba con la familia hasta las nueve o diez de la noche, hora ordinaria de la cena. Despachada esta, que era siempre abundante, se acostaban los buenos santafereños a dormir con tranquilidad, para recorrer al día siguiente un círculo igual de quehaceres, paseos, comidas y conversaciones.

El domingo era otra cosa: aquel día almorzaban precisamente tamales. El padre de familia visitaba y era visitado; la madre se adornaba para ir a casa de las señoras de la alta aristocracia española, es decir, las esposas de los empleados públicos; los criados y los niños iban por la tarde al Guarrús de las aguas o de Fucha y casi todo lo mejor de la población paseaba por san Victorino, donde se veían pasar los tres únicos coches que había por la ciudad, a saber: el del virrey, el del arzobispo y el de la familia lozano, llamado comúnmente el de las jerezanas. Algunas piezas dramáticas, casi siempre mal ejecutadas, uno que otro baile en que figuraba la acompasada contradanza y el grave minué, la fría alameda, el elegante y gracioso bolero y por remate en casas de buen humor, el alegre sampianito; una que otra reunión de amigos en que se jugaba ropilla y las anuales fiestas de Egipto y san diego en que se cenaba abundantemente y se jugaba con escándalo al pasa diez y al bisbís. Tales eran las diversiones ordinarias de los hijos de la capital.

Mas en circunstancias normales en los días grandes y de larga recordación, había fiestas reales, es decir, una misa solemne con Te Deum y asistencia del virrey y los tribunales, cuadrillas de ecuestre a imitación de los juegos árabes, carreras de sortijas, corridas de toros, salva de artillería; besamanos o visita de ceremonia en casa del virrey y los tribunales y dos o tres bailes de tono en que no dejaban de ostentarse lujosos trajes bordados en oro y magníficos uniformes de oficiales reales y de coroneles en guarnición; bailes, en verdad mas a propósito que los de ahora para lucir las damas su agilidad, airosos movimientos, fino oído, paso acompasado y gracioso, que en el perpetuo brincadito a la indígena o los trotes y carreras fatigantes de nuestros días. Pero sigamos, todas estas funciones nocturnas se terminaban con un suntuoso y abundante ambigú. En que se lucia sus habilidades de repostero algún liberto de casa grande, que vestía también en esas ocasiones una gran casaca azul forrada con tafetán blanco. ¿Pero cuales eran estas ocasiones singulares solemnizadas con tales fiestas? Voy a decirlo: cuando la llegaba un nuevo virrey, cuando se publicaba la burla de la santa cruzada, cuando nacía un príncipe o se casaba una infanta de España.

Había también una solemne función religiosa y lúgubre cuando moría un pontífice o algún individuo de la real casa de Borbón. Así, todas nuestras esperanzas y alegrías, todos nuestros duelos y regocijos nos venían del otro lado del océano. ¡Nada era nacional para nosotros! Hasta las telas y alimentos se llamaban de castilla cuando tenían alguna superioridad. De allá nos venían los virreyes, los oidores, los empleados de hacienda, los canónigos, los alcaldes y los soldados. De allá recibíamos las ropas y también los víveres que no produce el país. De allá nos venían las indulgencias, las reliquias, la salvación del alma ¡pobres colonos! ¡Nada teníamos! Ni un sentimiento de amor patrio, que había dormido trescientos años en nuestros fríos y esclavizados corazones.



Josefa Acevedo y Gómez: (1803 – 1861), notable poetista y prosadora santafereña, hija del tribuno del pueblo, don José de Acevedo y Gómez, pasa por una de las mejores escritoras colombianas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

uy adecuado para esta temporada de caza. javier rabia.

TORPEZA DE 8.1 EN LA ESCALA DE CIUDAD NADIE

Yo caminare entre las piedras/ hasta sentir el temblor/
en mis piernas/ a veces tengo temor/ a veces vergüenza.

Cuando pase el temblor
Soda Stereo

El pasado martes 28 de agosto una falsa alarma de terremoto llego a importantes instituciones de Ciudad Nadie - Bogota- el caos y el temor se tomo inicialmente las instalaciones del hospital militar evacuando de manera “eficiente” a fulano, zutano y merengado, perengano no alcanzo a salir por que su estado de salud no se lo permitió. La situación me pareció bien cantinflesca, hubiera pagado por ver a doctores ilustres con sus batas blancas y militares con sus botas bien brillantes corriendo atemorizados, por desgracia me encontraba dentro de la cueva sin luz. ¿Escuchaste las botas corriendo atemorizadas? La escena hubiera sido perfecta si algunos miembros ilustres del clérigo y por supuesto los próceres de la patria se hubieran unido a al caos mental, me consuelo sabiendo que los señores banqueros y mercaderes de nuestra hambre se unieron de forma insospechadamente veloz al evento evacuando gran parte de las oficinas del centro internacional y sus alrededores. Este hecho mas allá de lo cómico y torpe, demuestra la pésima calidad de nuestra educación, o es que ¿ustedes se imaginan en otro lugar del mundo a estos ilustrísimos profesionales corriendo por que una alarma telefónica informo que en media hora un terremoto destruiría la ciudad? Déjenme dudarlo, pero como gracias a personajes como el Nóbel nuestra idiosincrasia de ignorancia es un hecho del que nos ufanamos, nos hemos acostumbrado a hacer tormentas en vasos de agua y luego lavarnos las manos a lo romano, ¿Quién habla hoy del mayor pederasta del mundo y su posible liberación? Lo recuerdan. ¿Quién habla hoy de 8.000 o de Pambele? Lo recuerdan. ¿Quién hablara de Moncayo y sus callos mañana o dentro de un mes? Lo saben. Esto solo por mencionar algunos ejemplos, esto tal ves sean rezagos de la falsa importancia que le hemos dado a la farándula, siempre cambiante y excitante para unos y otros. Con razón le clave un martillo a la TV, escucho la enigmática vos de Cerati: Estoy sentado en un cráter desierto / sigo aguardando el temblor/ en mi cuerpo/ nadie me vio partir/ nadie me espera/ hay una grieta en mi corazón un planeta con desilusión/.
Dentro de un par de meses tendremos elecciones, la paredes de Ciudad Nadie una ves mas están suciamente decoradas con afiches de supuestos Mesías redentores de las necesidades ajenas, todos sonrientes con sus numeritos y consignas, los colores provocan nauseas y mareo ¿Dónde radica la diferencia? Mercadeo es la respuesta, por que los candidatos son cada ves más productos de consumo masivo cual hamburguesas, ropa o aparatos de última tecnología de Taiwán. Estamos pues a vísperas de un terremoto, los pronósticos dicen que aproximadamente cada dos mil años las placas teutónicas se acomodan y por eso el peligro inminente de temblor, es una certeza en el país del divino niño que cada cuatro o tres años las barrigas se acomodan para dejarnos cada ves mas en ruinas, tengo ganas de vomitar.
Dos actos políticos que he adherido a mi diario vivir es no escribir mas aforismos inútiles en los baños de los bares que frecuento y comprar una caneca para reciclar, no pretendo salvar al amazonas ni sugerir actos en pro de la no destrucción de la propiedad privada. Previendo el temblor me compre un pito, un perro y una linterna, el perro se convirtió en un fiel amigo, el desdichado pito y la linterna no las encuentro hace semanas, quite también la litografía de Dalí debidamente enmarcada ubicada sobre la cabecera de mi cama, previendo las ofertas mal sanas que llegarían a mi cueva sobre el apoyo a candidatos puse a la entrada un aviso “vendo mi voto, informes con tu mujer”, no pretendo desvirtuar la importancia de la participación o de la santísima democracia de la que tanto le chicaneamos a nuestros hermanos latinoamericanos, solo se me antoja reír mientras pasa el temblor.
Mi mujer me pregunto hace poco ¿Dónde te gustaría estar cuando suceda el terremoto? Le dije que dormido o borracho y para no quedar como un cretino le dije que a su lado y le cante al oído: Se que te encontrare en esas ruinas / ya no tendremos que hablar , ni hablar / del temblor/ te besare en el templo/ será un buen momento/ despiértame cuando pase el temblor/, después pensé que estaría bien combinar las tres, me pregunte ¿Dónde quedaran las consignas después de la contienda electoral? ¿Cuál será el patrocinador para las zapatillas Moncayo? ¿Dónde esta CSI cuando se le necesita para encontrar 11 cuerpos? ¿Nos volveremos a ver? Enciendo la vieja radiola y coloco un vinilo de 45 y Clapton arremete sin mas, ¡Esta decidido, No voy al concierto de Soda Stereo!

JAVIER MOYANO
DIRECTOR RABIARTE
rabiarte@hotmail.com
www.rabiarteltda.blogspot.com