sábado, 26 de marzo de 2011

EL RESURGIR DEL AVE FÉNIX.


Es esta ave mitológica, símbolo de una nueva era de cambios, nuevos momentos, sentimientos, tribulaciones, arrebatos, glorias y momentos de felicidad, ese renacer y salir entre las cenizas apoyado de las manos salvadoras de nuestro Padre Creador, de la familia y de aquellos pobladores de buen corazón que hacen que las cosas sean mas reales, de bienestar para todos y todas, son esos momentos que nos hacen tomar decisiones atrevidas, osadas pero que nos deja una huella, una marca imborrable en las entrañas de nuestras almas mundanas.

Es con este escrito corto pero conciso que es un nuevo génesis, es arte y parte de los primeros pinitos en la escritura; son con estos pocos pensamientos expresiones del pensamiento que por un tiempo prolongado fue coartado gracias a los afanes mismos de la vida, centrada al trabajo para satisfacer las necesidades básicas y complementarias olvidando reclamar en estas labores tiempo para nutrir el conocimiento, el espíritu y tiempo para saber del compartir de las personas mas cercanas como lo son la familia, es en esta base el crecimiento de los seres humanos, mas sensibles a las calamidades, mas valientes en hacer o enunciar hechos memorables en nuestras mentes, son mortales que no podemos dejar que los sistemas consumistas nos esclavicen la mente, el cuerpo y el alma.

Con lo anterior no deseo expresar desagradecimiento por las oportunidades laborales, porque a ello la familia subsiste pero estos compromisos “operacionales” o de nueva era “profesionales” nos coloquen anteojeras que hasta nuestro derecho propio del descanso sea interrumpido por los afanes de seres como uno nos atormentes, estos llamados “jefes, coordinadores o superiores” que son también presionados por otras escalas de jerarquía que así llegamos hasta las cúpulas de estas empresas que solucionan sus preocupaciones de otra formas mas cordial y menos atormentada.

Así pues mis queridos(as) espectadores se inicia esta nueva época de escrituras inconclusas, incoherentes, poco descriptivas, pero se redactan con el mayor de los sentimientos y emociones de este humilde servidor.

Dios los Bendiga.